La maldad humana no tiene límites. Eso es lo que pensamos cuando llegan a redacción noticias como está, en la que se muestra la crueldad de personas que no piensan en los animales y en su sufrimiento. En un burdel de la isla de Borneo, se llegó a secuestrar a una orangután de la que después los hombres abusaban, llegando a pagar altos precios por tener sexo con el animal.
En el negocio se ofrecía tener relaciones con el animal o con las mujeres disponibles, cuidando de la orangután como se podía, realizando maltrato al esclavizarla y al tenerla afeitada, sin vello, algo que hizo que fuera atacada por varios insectos.
Gracias a la actuación de la policía, se pudo rescatar al animal, el cual ahora es libre en la selva, tras unos cuidados que han permitido que se regenere totalmente de todo el daño que le han hecho. Esto es una prueba de cómo los humanos pueden llegar a torturar también a los animales, seres indefensos que no saben lo que es crear dolor intencionadamente.
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